Cuando un empleado hace comentarios negativos sobre su empresa, compañeros o superiores en las redes sociales o comparte vídeos de compañeros para burlarse, la empresa puede despedirle y de forma procedente usando como prueba las publicaciones que ha hecho el trabajador en la Red.
Es válido y lícito usar como prueba la información obtenida de las Redes Sociales, teniendo siempre en cuenta que:
- No estará violando el derecho a la intimidad del trabajador. Tiene una explicación, si el trabajador hace público en sus redes sociales ciertos comentarios, a su vez está dando su consentimiento para que cualquier persona que tenga acceso a Internet pueda verlo.
- Al ser contenido público conseguido de forma lícita la empresa puede utilizarlo para imponer el régimen disciplinario.
Siempre es importante que cuando se descubran este tipo de acciones se guarden pruebas, no es suficiente con leerlo, ya que, el afectado puede borrarlo en cualquier momento.
El caso puede tomar una gran importancia si el trabajador lleva mucho tiempo en la empresa, la indemnización por despido improcedente sería muy elevada y en estos casos es aconsejable que la obtención de las pruebas las acredite un notario.
Desde que las redes sociales forman parte de nuestras vidas, además de conectarnos, ha sido una herramienta clave en muchas empresas para averiguar si sus empleados, estaban actuando de forma fraudulenta con la empresa, aquí algunos ejemplos reales:
- Una dependienta de una tienda de ropa publicó en sus Facebook fotos con prendas que habían desaparecido en el establecimiento. La empresa la despidió, ya que, pudo comprobar el descuadre en el inventario y además que la empleada nunca las había comprado.
- Un trabajador compartió un video obtenido de las cámaras de seguridad de su empresa sin consentimiento de la misma. El despido fue procedente por vulnerar la privacidad.
- Desde su perfil de Twitter un empleado acusó a la empresa de agresión por parte del empresario, se demostró que la agresión era falsa y el despido fue procedente.
- Una empleada que se dio de baja por depresión subía fotos a Instagram bebiendo y saliendo de fiesta, con esto la empresa demostró que estaba fingiendo la enfermedad y la despidió.
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