Derechos o tributos que cobraban los reyes por la cesión del aprovechamiento de determinados bienes (aguas, montes, salinas, mina, caza, etcétera) y por autorizar el ejercicio de industrias o actividades por los particulares. Más tarde vienen a confundirse con las tasas de nuestros días. Esta acepción financiera de la “regalía” no debe confundirse con la prerrogativa del rey en ciertos asuntos religiosos frente a la autoridad eclesiástica